El día internacional del idiota

Hoy es el día internacional del idiota, y yo tengo el mío a quien felicitar. Se trata de un proyecto de orangután que nos anima las siestas con el recopilatorio de música para imbéciles remix a todo volumen. El adoquín en cuestión pertenece a la variante "imbécil en camiseta de tirantes" cuya extinción debería estar ya no consentida por las autoridades, sino fomentada por éstas, recompensando dicha actividad cívica con al menos 50.000 euros y una plaza de funcionario municipal con horario de mañana y ventanal amplio con vistas a una funcionaria de ojos oceánicos.

No contento con este derroche de buen gusto, dicho excremento social agita de forma descompensada la grasa del abdomen que circunvala su peludo ombligo, en un intento vano por acercarse al concepto "bailar", propósito este del todo imposible debido a la ausencia de dos premisas: A) la pesadilla recurrente a la que él denomina "música" o "mí música" o "la música que me sale a mi de los huevos", carece de todo compás, tempo y melodía, no diferenciándose lo más mínimo de la banda sonora del documental "La matanza del gorrino" y B) la cantidad de cera fosilizada que habita en sus orejas y que podía por sí sola alumbrar la semana santa sevillana, hace de barrera infranqueable entre él y el mundo exterior.

Sólo deseo que si existe un infierno terrible e infinito, le hayan reservado asiento preferente en un palco VIP junto a King África, cuya discografía conoce a la perfección y me ofrezco desinteresadamente a hacer todo lo que esté en mis manos (por ejemplo, estrangularle en el ascensor) para que lo ocupe cuanto antes. Estoy seguro que con semejante contribución a la sociedad me aseguraría la admiración de toda mi comunidad de propietarios, el cargo honorífico de tesorero y quizás con el tiempo, la inaguración de una estatua ecuestre de mi persona junto al cuarto de contadores de mi escalera. Sería de justicia.

sábado, 8 de mayo de 2010 en 20:18

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